EL ORDENAMIENTO UNIVERSITARIO, UNA EPISTEME



La universidad está desafiada a proponer espacios para la constitución de saberes en la diversidad de sus producciones. La reflexión teórico-epistemológica puede ser el diseño de una estrategia de investigación, donde docentes y alumnos actuemos en la realidad social, educativa y cultural, y no intentemos vanamente explicarla desde una supuesta relación causa-efecto. Vamos por modos de enseñanza y aprendizaje que promuevan instancias de estudios críticos y reflexivos. Pensamos la construcción y distribución del conocimiento acerca de los sujetos de la educación y sus prácticas desde el cambio y a partir de la intervención de todos los actores en relación con las estructuras, las teorías y los métodos para un intercambio docente/alumno creativo en la lectura, análisis y producción del trabajo científico. Elegimos un marco de operaciones amplio y comprensivo que haga posible la circulación de posicionamientos epistemológicos heterogéneos y múltiples, aquellos que ponen de manifiesto la constitutiva incompletud de los saberes. Ante ciertas tendencias a desdeñar la investigación teórica y a separarla de la práctica y sus posibles “aplicaciones” decimos no hay mejor práctica que una buena teoría...


El eje de la propuesta lo constituye el tejido de las perspectivas teóricas y sus usos: efectos que vertebran los campos disciplinares de la carrera de medicina, sus implicancias epistemológicas y sus nudos problemáticos. La enseñanza de las ciencias debería ponernos en el camino del preguntar por la posibilidad de sus legitimaciones aún a riesgo de renunciar a ellas. ¿Admite la mirada médica profesional el cruce con otras formas de conocimiento?

Esperamos poder actuar como guía en este nuevo y maravilloso camino que, a partir de este año, se abre a ustedes, futuros médicos,
donde distintos saberes comenzarán a solicitarse unos a otros con vistas a una misma meta: abrir los cotos disciplinares.


Les damos una cálida bienvenida.
Cuerpo docente.

sábado, 25 de mayo de 2013

Fragmentos abordados la clase del 21/05/2013

“¿Qué es entonces la verdad? Una hueste en movimiento de metáforas, metonimias, antropomorfismos, en resumidas cuentas, una suma de relaciones humanas que han sido realzadas, extrapoladas y adornadas poética y retóricamente y que, después de un prolongado uso, un pueblo considera firmes, canónicas y vinculantes; las verdades son ilusiones de las que se ha olvidado que lo son; metáforas que se han vuelto gastadas y sin fuerza sensible, monedas que han perdido su troquelado y no son ahora ya consideradas como monedas, sino como metal.”
Del mismo modo que es cierto que una hoja no es igual a otra, también es  cierto que el concepto hoja se ha formado al abandonar de manera arbitraria esas diferencias individuales, al olvidar las notas distintivas, con lo cual se suscita entonces la representación, como si en la naturaleza hubiese algo separado de las hojas que fuese la “hoja”, una especie de arquetipo primigenio a partir del cual todas las hojas habrían sido tejidas, diseñadas, calibradas, coloreadas, onduladas, pintadas, pero por manos tan torpes, que ningún ejemplar resultase ser correcto y fidedigno como copia fiel del arquetipo. […] Esto significa a su vez: la hoja es la causa de las hojas. […] Creemos saber algo de las cosas mismas cuando hablamos de árboles, colores, nieve y flores y no poseemos, sin embargo, más que metáforas de las cosas que no corresponden en absoluto a las esencias primitivas."
"Esas metáforas de las cosas, esos conceptos organizados en esquemas y abstracciones, se endurecen y petrifican, constituyen un armazón de saber que ordena arbitrariamente el mundo: construye un “orden piramidal por castas y grados”, instituye “un mundo nuevo de leyes, privilegios, subordinaciones y delimitaciones, que ahora se contrapone al otro mundo de las primitivas impresiones intuitivas como lo más firme, lo más general, lo mejor conocido y lo más humano y, por tanto, como una instancia reguladora e imperativa”

Nietzsche, F. "Sobre verdad y mentira en sentido extramoral." (1873)

“La verdad, especie de error que tiene a su favor el no poder ser refutada, sin duda porque la larga cocción de la historia la ha vuelto inalterable.” 

Foucault, M. "Nietzsche,  la genealogía, la historia." (1971)

“y buscar la realidad 
de que el perro no sea perro 
y nada más...”

Pastoral, En el Hospicio 


En efecto, los que purgan [a los interrogados, es decir, los filósofos] están de acuerdo con los médicos del cuerpo en que éste no puede obtener provecho ninguno del alimento que ingiere hasta que no haya eliminado todos los obstáculos internos. La teoría médica sostenía que el cuerpo no se halla en condiciones de aprovechar los alimentos mientras se encuentren en él substancias o humores que lo perturben en su natural equilibrio; sólo una vez que la purga haya eliminado los humores malignos y haya limpiado el organismo, restableciendo el equilibrio perturbado, el enfermo podrá asimilar los alimentos de manera conveniente. Aquéllos [los filósofos] han pensado del mismo modo respecto del alma: que ésta no podrá beneficiarse de la enseñanza que recibe hasta tanto no la hayan refutado, y hasta que no hayan llevado así al refutado a avergonzarse de sí mismo y lo hayan desembarazado de las opiniones que le impedían aprender, y así lo hayan purgado y convencido de saber sólo lo que sabe, y nada más. De manera semejante a lo que ocurre con el cuerpo sucede con el espíritu, según Sócrates: mientras esté infectado de errores, mal podrá aprovechar las enseñanzas, por mejores que éstas sean; se hace preciso, pues, purgarlo, purificarlo de las falsas opiniones, que no son sino obstáculos para el verdadero saber. La refutación hace, pues, que el refutado se llene de vergüenza por su falso saber y reconozca los límites de sí mismo. Sólo merced a este proceso catártico -de resonancia no sólo médica, sino también religiosa- puede colocarse al hombre en el camino que lo conduzca al verdadero conocimiento: tan sólo el reconocimiento de la propia ignorancia puede constituir el principio o punto de partida del saber realmente válido.”

Carpio, A. "Principios de Filosofía" (1974)

"...el trabajo de la conciencia supone un movimiento del ser y de la nada: allí donde ella se dirige, un objeto surge al ser. En cambio todo lo que no es ese objeto, se encuentra sumida en la nada: cuando miro una cara, no veo más que la cara, mi conciencia me la presenta para construir su imagen. Y todo lo que no entra en la elaboración de esta realidad retrocede, desaparece en un no-ser. El entorno es nadificado  y el ser realizado. La conciencia es siempre conciencia de algo, no puede permanecer sin objeto..."

Onfray, M. "Antimanual de Filosofía". (1959)

“Me acuerdo, fue en Balvanera,
en una noche lejana,
que alguien dejó caer el nombre
de un tal Jacinto Chiclana.
Algo se dijo también
de una esquina y de un cuchillo.
Los años no dejan ver
el entrevero y el brillo.
¡Quién sabe por qué razón
me anda buscando ese nombre!
Me gustaría saber
cómo habrá sido aquel hombre[…]”

Borges J. L. y Piazolla, A. "Jacinto Chiclana"  (1965)

“…capaz de caminar por cualquier lugar, de atravesar todo, de encontrar respuestas a todo; no avanza hacia lo que está por venir sin disponer de algún recurso.”
Sófocles. "Antígona". 

No hay comentarios.:

Publicar un comentario